Para Santos la noche es eterna,
teme que Bárbara se case con Andrés y él no pueda impedirlo. Llego por fin la
mañana, Santos se encontraba en el aeropuerto esperando a que llamaran su
vuelo, era el primero del día aún era muy temprano, los primeros
rayos de sol apenas salían adornando las nubes.
Bárbara ya se encontraba despierta hace
rato, decidió montar un rato en Capricho antes de arreglarse para el
gran acontecimiento. La brisa de la mañana hacia que sus rizados cabellos
volaran en el aire, sintiendo así la sensación de libertad
y tranquilidad, algo inexplicable.
Por fin llamaron el vuelo de Santos, ya se estaba desesperando, tenía
que llegar lo más pronto posible, tomo sus maletas y se subió al avión.
Bárbara regreso al miedo para afrontar su destino, aún faltaban
algunas horas para la boda, así que se dirigió al baño, lo preparo como de
costumbre, con esencias y algunos pétalos de rosas, también algo de espuma,
cuando el baño estuvo listo se despojó se sus ropa y se sumergió en la tina,
disfrutaba tanto aquel baño, era tan relajante, allí podía pensar sin
interrupciones.
Un pensamiento le vino a la mente... "Santos", el
hombre que más había amado en su vida, ese hombre que la hizo tan feliz, el
padre de sus 3 hijos y del que ya no quedaba nada, solo recuerdos y más
recuerdos, su corazón no le permitía olvidarle,
aun allí habitaba un gran sentimiento por él, aunque estuviera
"muerto".
Santos llevaba aproximadamente media hora esperando a que el avión
despegara, pero nada, se levantó para averiguar qué era lo que estaba
ocurriendo.
Santos: Perdone, ¿Por qué no hemos despegado?
Piloto: Parece ser que el avión tiene algunos daños.
Santos: ¿Pero se arreglaran rápido?
Piloto: Temo que no, al menos hasta la tarde.
Santos: ¡Hasta la Tarde! , yo no puedo esperar tanto.
Piloto: Lo siento mucho señor.
Santos: ¿Hay algún otro vuelo que me pueda llevar al
Arauca?
Piloto: No lo creo, pero la
recepcionista podría ayudarlo.
Santos: Gracias.- en su mente... ¡maldita sea porque todo me
sale mal, amanecí con mala suerte!, se dirige a la recepción.
Bárbara sale del baño y toma a su pequeña nena y le da su biberón,
hace lo mismo con Martín, esos pequeños junto a Laión eran su vida. Después de
un rato ya tenía puesto su vestido de novia, ahora solo faltaba el peinado,
tomo su cepillo y comenzó a organizar sus castaños rizos, así poco a
poco acomodándolos en un hermosos peinado.
Santos está impaciente dentro de poco será la boda y no llegara a
tiempo.
Santos: Señorita, ¿Hay algún otro avión que me pueda llevar al
Arauca?
Recepcionista: Déjeme ver.- revisa en la computadora - Solo hay
un vuelo, pero es en primera clase y es demasiado costoso.
Santos: No importa, reserve me un asiento.
Recepcionista: Muy Bien.- toma el dinero de Santos y le da el
pasaporte.- Buen viaje.
Santos: Muchas Gracias.- recibe el pasaporte y se va con su
equipaje al avión.
Bárbara esta lista, pero aún falta un poco para la boda, así que
se va compartir un buen rato con sus pequeños.
Carga a los mellizos hasta la cama y luego sube a Laión, los pone
muy guapos a todos. Joselyn llevaba puesto un vestido rosa con un moño en la
cabeza, Martín un pantalón del mismo color que la camisa, ambos
blancos y Laión un pantalón azul con camisa blanca. Llega la hora de
partir a la iglesia, Cecilia entra en la recámara.
Cecilia: Wow, que linda estas. - dice reparándola de
pies a cabeza.
Bárbara: Gracias... Tengo el presentimiento que algo va a pasar.
Cecilia: Que cosas dices, nada va a pasar.
Bárbara: Eso espero.- toma a Joselyn y Martín y los acomoda en el
coche, mientras Cecilia carga a Laión.
Cecilia: Ya vámonos que se nos hace tarde.
Bárbara: Esta bien.- No deja de pensar en Santos.
Cecilia, Bárbara y los niños se montan en la camioneta rumbo al
pueblo. Llega la hora de entrar a la iglesia, León y tigre la llevan hasta el
altar. Las Terneras cuidan a los pequeños mientras termina la ceremonia.
Andrés mira tiernamente a Bárbara, ella se siente nerviosa e
indecisa.
Padre: Si alguien se opone a esta boda que hable ahora o calle
para siempre.
La iglesia se queda completamente en silencio.
Padre: Ya que no hay nadie que se oponga continuemos, Andrés Rentería
¿Acepta como esposa a Bárbara Guaymaran para serle fiel, amarla y acompañarla
en las buenas y en las malas?
Andrés: Si acepto.
Padre: Bárbara Guaymaran ¿Acepta usted por esposo a el señor
Andrés Rentería para amarlo y acompañarlo en la salud y en la enfermedad?
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