jueves, 29 de noviembre de 2012

CAPITULO 31. ¿NUEVA BODA?


Al otro día...

                                      

Bárbara se levanta y observa a sus pequeños recién nacidos, los encuentra profundos, se acerca y le da un beso a cada uno. Luego se dirige a la habitación de Laión.
Bárbara: Buenos días campeón.- dice alzándolo y besándolo - ¿Cómo está el hombre más guapo de esta casa?
Casilda entra a la habitación.
Casilda: Buenos días señora, ¿Va a desayunar?
Bárbara: Buenos días Casilda, aun no, primero me daré un baño. ¿Podrías arreglar a Laión?
Casilda: Claro que si señora.- dice tomando a Laión.- Bueno señora yo me retiro con este muchachito.
Bárbara: Muchas gracias Casilda.- Sonríe.
Bárbara se da un baño como acostumbra todas las mañanas, se viste y luego se da un último retoque cepillando sus hermosos y castaños rizos. Joselyn comienza a llorar lo que hace despertar a su hermanito Martín.
Bárbara toma a Joselyn en sus brazos para calmarla.
Bárbara: Ya mi chiquita, mami está contigo.- toma su biberón y se lo da arrullándola, los pequeños ojitos azules de Joselyn están clavados en Bárbara, la pequeña la mira con ternura.- Tienes unos ojitos preciosos mi niña.
Andrés entra.
Andrés: Hola, ¿Cómo se encuentran estas 2 hermosuras?- dice dandole un beso a Bárbara y tomando a Martín.
Bárbara: Perfectamente, ¿Cierto princesa?
Andrés: Este chiquitín está reclamando a su madre.- dice mirando a Martín, quien estaba bostezando tiernamente, toma su biberón y se lo da suavemente.
Bárbara: Son preciosos ¿No te parece?
Andrés: Son todos unos angelitos- dice sonriendo.
Bárbara: Verdad que ¿Si?
Andrés: Claro, como dudarlo.- dice poniendo el biberón vacío de Martín en la mesita.
Bárbara: Porque en las noches no dejan dormir a su madre.- la pequeña Joselyn ya estaba cerrando sus ojitos, hasta que por fin vuelve a dormir.- Mi nena ya se quedó dormida.- dice poniéndola en su cuna.
Andrés: Martín no se queda atrás, ya está profundo.- dice acomodándolo junto a su hermana.
Bárbara: ¿Vamos a desayunar?
Andrés: Yo te tengo una mejor propuesta.- dice acercándose peligrosamente a los labios de Bárbara.
Bárbara: ¿Así?, ¿Cuál es?
Andrés: Ya que estos nenes están profundos, podríamos ir a desayunar al pueblo.
Bárbara: No me parece mala idea, le diré a las terneras que se encarguen de los bebes, espérame en el jardín.
Andrés: Esta bien, pero antes, señorita usted me debe un beso.- dice riendo y dándole un beso a Bárbara.
Después de un rato Andrés y Bárbara se encontraban en el balcón de un restaurant.
Andrés: Bárbara...- se lleva su mano al bolsillo y saca un anillo.- ¿Quieres casarte conmigo?- le pregunta Bárbara, mirandola fijamente a los ojos.
Bárbara: Mm... Pues.- No sabía que responder, nunca se esperó que Andrés le propusiera matrimonio y menos tan pronto.- Si.- Sonríe.
Andrés: Me haces tan feliz mi ángel.- dice dándole un tierno beso.
Bárbara: ¿Mi ángel?
Andrés: Si, te seguiré diciendo así, porque eres como un ángel que cayó del cielo para hacerme feliz.
Bárbara: Que cosas dices.- Andrés le pone el anillo a Bárbara, ella observa el anillo de matrimonio de Santos, sobre él ya se encontraba el de Andrés, era hora de dar un nuevo paso, de reencontrar la felicidad junto Andrés y sus hijos. 
Ambos le cuentan a sus más cercanos la buena noticia, en verdad la toman muy bien, Bárbara pensaba que no sería así, más que todo por Santos.
El tiempo se pasó volando, ya habían transcurrido 2 semanas desde aquel día, solo faltaban 3 días para la boda. Bárbara y Andrés iban rumbo a la capital, no llevaban a los pequeños con ellos, pues tenían varios asuntos que arreglar y no tendrían con quien dejarlos, así que decidieron dejarlos a cargo de Casilda y las terneras.
Cuando llegaron se dirigieron al hotel en el que Bárbara y Santos solían hospedarse, Andrés se fue para la prensa, quería que todos supieran de su boda con Bárbara, así que al otro día en primera plana se encontraría un artículo anunciando la boda de Andrés Rentería y Bárbara Guaymaran.
Santos se andaba hospedando en aquel hotel desde hace poco, ya que su casa estaba infestada, pero no había notado la presencia de Bárbara, pues el solo llegaba al hotel en las noches. 
Llego el otro día, Bárbara bajaba las escaleras hacia la recepción del hotel, cuando de repente se le cae el bolso que traía en la mano, así regándose todo lo que allí se encontraba, Bárbara recoge todo, pero no se da cuenta que en el piso se encuentra el anillo que le dio Santos. Bárbara regresa con Andrés al Arauca, donde por fin al otro día se daría su boda.
Santos salía de su habitación cuando de repente lo llaman.

Recepcionista: Señor Santos.
Santos: ¿Si? dígame.- dice curioso.
Recepcionista: Esto le pertenece.- dice entregándole el anillo de Bárbara.- A se me olvidaba, aquí tiene su periódico.- le entrega el periódico.
Santos: Gracias.- observa detalladamente el anillo y en su interior encuentra un mensaje:
 Te amo Bárbara, estaremos juntos por siempre. Santos
Santos: Por Dios el anillo que le di a Bárbara, ¿Pero que hace aquí?- luego mira el periodico y por poco se desmaya al leer el articulo.- ¡Bárbara esta viva!, tengo que impedir que se case.- Sale como alma que lleva el diablo hacia el aeropuerto.
Cuando llega le informan que no hay boletos hasta mañana, así que no tiene más remedio que esperar.

jueves, 22 de noviembre de 2012

CAPITULO 30. JOSELYN Y MARTÍN.

Los días fueron transcurriendo uno a uno, hasta que se convirtieron en 2 meses, Bárbara y Andrés disfrutaban mucho, gozaban del hermoso paisaje que los rodeaba.
Santos y Marisela decidieron darse otra oportunidad, mantenían en la playa, Santos era feliz junto a Marisela, pero a pesar de todo seguía pensando en su Bárbara, no podía olvidarle por mas que trataba, era inútil  la tenia metida en lo mas profundo de su corazón  En las noches Bárbara recordaba a Santos, sus ojos se inundaban de inocentes lagrimas. Marisela se encontraba en su habitación pensando un poco.

Marisela: ¿Que me pasa?, se supone que amo a Santos, pero no dejo de pensar en la mirada de Asdrubal, no puedo flaquear, tengo todo lo que quiero y no lo voy a perder por un peón sin importancia.- dice decidida y con una cara amarga.
Bárbara se encontraba en casa de Cecilia con Laión, cuando de repente unas fuertes contracciones le vienen.
Bárbara: Ah Cecilia, Ayudame por favor.- dice retorciéndose del dolor.
Cecilia: Bárbara, ¿Que te ocurre?.- dice asustada.
Bárbara: Creo que los bebes ya quieren nacer.
Cecilia: ¡Santo Dios!.- sale corriendo en busca de Antonio.- Antonio, ve por el Dr. Arias y dile que venga de inmediato.
Antonio: Esta bien Mariposa, no me tardo.- sale en busca del Dr. Arias.
Cecilia: Casilda, ven ayudarme por favor.-dice desesperada.
Casilda y Cecilia llevan a Bárbara a una de las habitaciones, después Casilda se dirige a la cocina por agua caliente y unas cuantas toallas. Bárbara no puede soportar mas las contracciones, siente que la espalda se le parte en 2. El Dr. Arias entra de inmediato a la recamara.

Dr. Arias: Buenas Noches.
Cecilia: Buenas Noches Doctor, Por favor pase.
Dr. Arias: Muchas Gracias.- revisa rápidamente a Bárbara y procede al parto.
Luego de 1 hora ya habían nacido 2 hermosos bebes, una niña y un niño. 

La niña de hermosos ojos azules y cabello rubio y el niño por el contrario de ojos caramelo y cabello castaño. Bárbara estaba agotada por el parto, así que cayo en un profundo sueño.
Cecilia: Pobre Bárbara, debe estar rendida.- llevaba a Laión en brazos, se dirigieron a ver a los nuevos bebes.- Que angelitos tan hermosos, nene mira a tus hermanitos.- Laión sonreía al ver a esos pequeños bebes dormiditos.
Andrés llega a la casa de Cecilia.
Andrés: Buenas Noches, ¿ Podría pasar?
Cecilia: Si claro, Bárbara se encuentra dormida.
Andrés: ¿Y los bebes? 
Cecilia: Están en la habitación junto al pasillo.- dice indicándole.
Andrés: Muchas Gracias, ¿Puedo verlos?
Cecilia: Que pregunta, ven te acompaño.
Andrés y Cecilia entran a la recamara. Andrés toma a la pequeña, mientras Cecilia carga al niño.
Andrés: En verdad se parecen a sus padres, en especial esta chiquitina.- dice jugando con la manito de la nena.
Cecilia: Tienes razón  es lamentable que Santos no este aquí - Andrés mira hacia otro lado.- Oh perdona, no quería hacerte sentir mal.
Andrés: No te preocupes, se que no fue tu intención.

Bárbara los observaba desde la puerta, hace un momento se había levantado.
Bárbara: Con permiso, vine a ver a mis nenes.- dice acercándose a Cecilia.
Andrés: ¿Como te sientes?
Bárbara: Muy bien.- dice mirando con atención a sus pequeños.
Cecilia:  ¿Ya has pensado en sus nombres?
Bárbara: La verdad si, quiero ponerle a esta nena Joselyn.
Andrés: ¿Que te parece si le pones Martín a este campeón?
Bárbara: Me gusta ese nombre.
Cecilia: Asi que Joselyn y Martín Luzardo-Guaymaran.
Bárbara: Suena muy agradable.- dice risueña.- ¿Mi otro campeón?
Cecilia: Se encuentra jugando con Toñito, Casilda les esta echando un ojo.
Bárbara se ríe.
Bárbara: Quisiera irme para mi hacienda.
Cecilia: ¿Estas segura?
Bárbara: Si.
Cecilia: Esta bien.
Andrés le ayuda a Bárbara con los bebes y ambos se dirigen al miedo. Ya allí Andrés deja a Joselyn y Martín en la recamara de Bárbara, mientras ella adormecía a Laión y le dejaba en su cuna.
Bárbara: Gracias por todo Andrés, tu has sido un gran apoyo para mi.

Andrés: Mi Bárbara, yo nunca te dejare sola, ahora anda a descansar.- dice robandole un corto beso.
Al oír esas palabras, los ojos de Bárbara se vuelven cristalinos, eso alguna vez se lo había dicho Santos, no puede evitar que algunas lagrimas caigan de sus ojos. Se dirige a su habitación y observa a sus pequeños recostados en su cama.
Bárbara toma a Martín.

Bárbara: Sabes, eres idéntico a tu padre, tus ojitos, tu cabello, tu boquita, eres precioso mi nene.- luego lo deja en su cuna junto a su cama, hace lo mismo con Joselyn.
Sus pensamientos se desvían, comienza a pensar en Santos.
Bárbara: Santos, te extraño tanto, como quisiera abrazarte.- Lleva su mano al rostro para secar una pequeña lagrima que roda por su mejilla.
Santos se encuentra dormido, pero de un momento a otro despierta pensando en Bárbara, algo lo hace recordarla.
Santos: Mi vida, como te necesito.- dice mirando hacia la ventana.
Ambos se duermen pensando en el otro y los maravillosos momentos que pasaron juntos.
En medio de la noche un llanto despierta a Bárbara, haciéndola levantar para calmar a su pequeña Joselyn, quien estaba pidiendo su comida, Bárbara le da su biberón y luego la arrulla para que vuelva a dormir.


domingo, 11 de noviembre de 2012

CAPITULO 29. ANDRÉS.

Bárbara se encontraba muy feliz, pero su dicha tuvo fin al ver de repente a Marisela y Augusto andando como si nada por la calle. Se lleno de rabia, le provocaba matarlos con sus propias manos. Bárbara estaba dispuesta a dirigirles la palabra, cuando de repente se choco con un hombre muy guapo de ojos verdes muy fascinantes, con aspecto pulcro, tenia una mirada tierna. 

Bárbara: Oh, disculpe, no lo vi.
Andrés: No se preocupe- mira embelesado a Bárbara, observa que es muy bella y le dedica una sonrisa tierna.
Ambos se miran por un rato sin decir una palabra, estaban atónitos con la belleza del otro, en especial sus ojos. Andrés nota que Bárbara esta embarazada, rueda los ojos hacia otro lugar.
Bárbara: ¿Te pasa algo?
Andrés: No, ¿Quieres tomar algo?
Bárbara: Esta bien- dice mirando a Marisela y Augusto, al encontrarse con Andrés le hizo olvidar la ira que sentía.
Bárbara y Andrés se dirigen a un café.
Andrés: Perdona mi mala educación, soy Andrés Renteria.
Bárbara: Bárbara Guaimaran.
Andrés: Que hermoso nombre, es tan bello como tus ojos- hace sonrojar a Bárbara.
Bárbara: Muchas gracias.- sonríe.
Andrés: ¿Y que haces por aquí tan sola?
Bárbara: La verdad no soy de aquí, solo vine hacerme unos exámenes.
Andrés: ¿Eres del campo?
Bárbara: Si, vivo en el Arauca.
Andrés: Eso quiere decir que me quedare solo de nuevo.
Bárbara: ¿Por que lo dices?
Andrés: Por que ya te tome cariño, eres una mujer fascinante.
Bárbara: Pienso quedarme unos días aquí.
Andrés: Me agrada, ¿Que te parece si salimos algún día?
Bárbara: Claro, porque no.

El aroma de Andrés le recordaba a Bárbara el perfume de Santos, se sentía bien con Andrés, aparte de ser muy guapo, era muy sociable y platicar con el era muy agradable.
Bárbara: Me encanto platicar contigo, pero debo irme.
Andrés: Que lastima, déjame un numero para llamarte.
Bárbara: Si, toma este es el del hotel en el que me estoy quedando- Le entrega un papelito.
Andrés: Te llamare.
Bárbara: Muy bien, Adiós.- se despide de Andrés.
Andrés: Adiós.
Andrés se dirige a su departamento. Allí recuerda la cálida mirada de Bárbara, no deja de pensar en ella, nunca había conocido una mujer tan hermosa. Bárbara tampoco dejaba de pensar en el, le parecía un hombre muy interesante, ademas le recordaba a Santos, su gran amor.  
Los días fueron pasando, Bárbara disfrutaba mucho con Andrés, este hizo que se quedara en la capital, Andrés se había enamorado completamente de Bárbara. Ambos se encontraban en un parque platicando.
Andrés: Soy muy feliz con tu compañía.- le dice sonriente.
Bárbara: Y yo con la tuya, tu me has devuelto la alegría.
Andrés: Bárbara...- Se acerca lentamente a Bárbara.
Bárbara: ¿Si?- sus labios estaban a pocos centímetros  un beso los consume, un beso lleno de ternura, amor, se dejan llevar por el momento.

Andrés: Te amo.
Bárbara se estaba enamorando de Andrés. Sentía algo que solo pasaba con Santos, era como si Santos hubiera reencarnado en el cuerpo de Andrés.
Marisela y Augusto estaban en un restaurante platicando de varios temas.

Augusto: Marisela, este es tu momento para reconquistar a Santos.
Marisela: Tienes razón, Bárbara esta muy lejos y Santos no se imagina que ella esta viva.
Augusto: Pues ándale, ve tras el.- le dice alentándola.
Marisela se levanta sin despedirse y se dirige a la casa de Santos. Santos le habré,  esta hecho una miseria, tiene una botella de licor en su mano, no ha hecho mas que beber por Bárbara y Laión.
Marisela: Santos por favor para de beber, vas a morirte en este encierro.
Santos: Pues eso es lo que quiero, quiero morirme para estar junto a mi Bárbara.
Marisela: Yo te voy ayudar a olvidarla, pero primero tienes que cambiar ese aspecto.-Lo toma de la camisa hasta al baño y le da una buena ducha de agua helada.
Santos: Wow Marisela, esto esta helado.- dice temblando.
Marisela: Es por tu bien, tengo que quitarte ese guayabo que traes.- le da una toalla.- Ahora ve a vestirte y acicalarte un poco.
Santos: Gracias.- le dedica una sonrisa.- Tienes razón, la vida sigue.
Santos se afeita, se viste y se baña en agua de colonia, queda bien guapo, esta decido a comenzar de nuevo.

Marisela: Que guapo estas Santitos.
Santos: Gracias mi sol.
Mientras...
Bárbara: Andrés, quisiera que vinieras conmigo al Arauca.
Andrés: Claro, tengo muchas ganas de conocer a Laión.
Bárbara: Mi nene, como lo extraño.
Andrés: Me imagino, ¿Que te parece si nos vamos ahorita mismo?
Bárbara: Por supuesto, quiero ver a mi niño.
Ambos hacen sus maletas y se van rumbo al Arauca.
Marisela: Santos, ven a tomarte este café bien cargado que te prepare para esa jaqueca.
Santos: Gracias.- Bebe el café y mientras platica con Marisela.
Marisela: Santitos, quiero que volvamos a comenzar juntos.
Santos: Mi sol, me gusta esa idea, todos tenemos derecho a una segunda oportunidad.
Marisela: ¿De verdad Santos?.- Lo besa suavemente de la alegría.

Bárbara y Andrés llegan al miedo, Casilda tenia en brazos al pequeño Laión, quien rapidamente alza los brazos hacia su mami.
Bárbara: Laión, mi nene.- Lo carga y lo alza.- Que guapo esta mi niño hermoso, ¿Me extrañaste?

Casilda: Ese angelito la extraño mucho.
Bárbara: Casilda, muchas gracias por cuidarlo.- Sonrie.- Te presento a Casilda Andrés.
Andrés: Mucho gusto, Andrés Renteria.- Le besa la mano.
Casilda: Ay muchacho no me haga sonrojar.
Bárbara: Este hombre es muy feo.- dice irónicamente y con una sonrisa en la boca.
Casilda: Señora como dice usted eso, este muchacho esta bien cuidado.
Andrés: Por Dios, como me aman las señoras.
Bárbara: ¡Que convencido eres!, Casilda, ¿ Podrías enseñarle su recamara mientras me acomodo?
Casilda: Claro señora, Venga conmigo señor Andrés.
Bárbara entra a su habitación con Laión, se acomoda y se cambia de ropa. Laión esta recostado en su cama observándola detenidamente.
Bárbara: ¿Que me miras hermoso?.- le dice mientras se peina el cabello.
Andrés los interrumpe tocando la puerta.
Andrés: ¿Puedo pasar?
Bárbara: Si, pasa.
Andrés: Que bello esta este niño.- dice cargándolo.

Bárbara: Le agradas, mira como te sonríe.
Andrés: Me encantan los niños, son una ternura.
Bárbara: Bueno, anda a dormir que tengo que llevarme a este campeón.- dice cargando a Laión.
Andrés: Me gusta cuando sonríes.- dice robando le un pequeño beso.
Bárbara: Tu me haces sonreír.
Andrés sale de la habitación y se dirige a su recamara sonriente, Bárbara lleva a Laión hasta su cama y lo hace dormir. Bárbara descansa en su cama, siente una paz, por momentos recuerda a Santos con nostalgia, es inevitable que esas tierras no la hagan recordar tantos bellos momentos.






viernes, 9 de noviembre de 2012

CAPITULO 28. VOLVIÓ LA DOÑA.

Algunos Días Después...

Bárbara no ha dejado de llorar, no quiere asumir la muerte de Santos. El Dr. Arias le ha pedido que este tranquila, pues tantas angustias le pueden hacer daño al bebe que viene en camino. Bárbara se encuentra en su habitación, esta sentada en su cama pensando un poco.
Bárbara: ¿Por que la vida es así?, ¡maldita sea mi suerte!- Una lagrima de ira y dolor corrió por su mejilla- No puedo llorar mas, Santos, voy a vengar tu muerte, eso júralo-dijo fríamente- ¡Volvió la Doña!
Al otro día muy temprano.
Bárbara: ¡Mondragones!- Grito Bárbara.
Leon: ¿Si mi Doña?
Bárbara: Quiero que busquen a Marisela y Augusto, si es necesario búsquenlos debajo de las piedras, ¡pero los quiero vivos aquí!
Tigre: Cuente con eso Doña.
Bárbara: Esos malditos infelices tienen que pagar por lo que me hicieron, mas vale que los encuentren o si no los muertos van a ser otros. ¿Entendieron?
Leon y Tigre: Si mi Doña- Ambos respondieron asombrados por la actitud de Bárbara.
Bárbara: ¿Veo que les sorprende mi actitud?, pues acostúmbrensen porque la Doña regreso y mas fuerte que nunca.
Leon: Me alegra mucho mi Doña, ya la estábamos extrañando.
Bárbara: ¡Ya vayansen hacer lo que les dije!
El dolor consumió a Bárbara por completo y la convirtió de nuevo en Doña Bárbara, esa mujer a la que antes todos le temían, esa mujer fría y altanera. 
Santos estaba despertando.

Santos: ¿Donde estoy?, ¿Bárbara?- dijo confundido.
Doctor: Santos, estas en la clínica recuperándote.
Santos: ¿Y Bárbara?
En ese momento entra Augusto.
Augusto: Tu Bárbara esta muerta.
Santos: ¿Que?, eso no puede ser cierto.
Augusto: Lo siento mucho, pero Bárbara fue atropellada por un auto a la salida de la clínica  ¿Verdad Doctor?- Augusto amenazo prácticamente al Doctor con la mirada.
Doctor: Es cierto, el golpe que recibió fue demasiado fuerte y no resistió al accidente.
Santos: ¡No!, Bárbara no pudo morir.- Santos estaba alterado, comenzó a llorar- Mi Bárbara...
Augusto: Y eso no es todo Santos, tu hijo también murió en el accidente.
Santos: Noooo, nooo, mi esposa, mi hijo. 
Doctor: Santos cálmate, esto te hace daño.
Santos: Como me pide que me calme si mi esposa y mi hijo están muertos, ¡muertos!
El doctor no tuvo mas opción que sedar a Santos, estaba completamente alterado.
2 Meses Después...
De la boca de Bárbara no volvió a salir una sonrisa, su mirada era fria. A Santos le habían dado de alta hace 2 días  este se estaba arreglando para visitar las tumbas de su mujer y su hijo. Augusto se había encargado de poner 2 lapidas en el cementerio.
Santos se dirigió al cementerio muy nostálgico  Al llegar a la tumba de Bárbara, sus ojos se inundaron de lagrimas.

Santos: Bárbara, mi vida te amo. - Comenzó a recordar los bellos momentos que vivió con ella, cuando se bañaban el la poza, el día de su boda, tantos besos, tantas caricias, la pasión que ambos sentían por el otro, era incomprensible lo que sentía en ese momento- Me quede solo... sin ti y mi bebe.
Santos le dejo unas rosas rojas a Bárbara y unas blancas a Laión. Nunca se volvio a ver por Altamira. Augusto no podia permitir que viajara al Arauca, asi que le puso bastantes obstáculos a Santos para que nunca se atreviera a regresar.
Bárbara no volvio a dirigirle la palabra a nadie, solo a sus sirvientes, tenia una vida tranquila y melancólica en compañía de su bebe y su embarazo, que ya habia avanzado bastante, ya tenia 7 meses, dentro de poco tendria su bebe, la proxima semana tedria que viajar a la capital para un chequeo.
Bárbara volvio a ser la de antes, cualquiera que le faltara al respeto era hombre muerto. Cecilia, Antonio, Casilda y todos en Altamira, les daba mucha tristeza la actitud que habia tomado Bárbara, trataban de hacerla entrar en razon, pero era inutil, a cambio de eso recibian insultos y amenazas, no les molestaba para nada por que sabian que el dolor la habia convertido en lo que era ahora.
1 Semana Después...

Leon: Doña, Doña- Gritaba fuertemente.
Bárbara: ¿Que pasa?
Leon: Encontramos el encargo que nos pidio
Bárbara: Bien, ¿Y donde esta?
Leon: Esos 2 se encuentran en la capital, no pudimos traerlos con usted porque andan con guardaespaldas.
Bárbara: Asi que se esconden en la capital- dijo maliciosa- Tengo muy buenos motivos para viajar a la capital.
Bárbara viaja a la capital, primero se dirige a la clínica para el chequeo, allí le informan que va tener mellizos, ella se sorprende, una sonrisa sale de su rostro, una sonrisa que hace meses no ilumina su cara y resplandece sus ojos.




martes, 6 de noviembre de 2012

CAPITULO 27. DOLOR, ¿MUERTE?


Santos es trasladado al consultorio del Dr. Arias. Allí Arias les informa que es necesario trasladar de inmediato a Santos para la capital, pues Arias no tiene los implemento necesarios para realizar una operación  ademas Santos esta muy grave y si no lo atienden pronto morirá. 
Bárbara: Doctor, consiga un avión, lo que sea, no se preocupe por el dinero, ¡solo salvelo!
Dr. Arias: Doña Bárbara, tengo que confesarle que no creo que se salve, esta demasiado grave, pero haré todo lo posible por conseguir un medio para trasladarlo a la capital.- le dice sin muchas esperanzas.
Bárbara: Muchas gracias.
Bárbara esta supremamente alterada, nunca había visto a Santos entre la vida y la muerte. Bárbara se dirige a la iglesia sin avisarle a nadie, Cecilia la esta buscando como loca, esta muy preocupada por las locuras que puede hacer en el estado que se encuentra.

Bárbara: Dios mio, ¿Por que me haces esto?, ¿No puedo tener un poco de felicidad?, no puedo más, salvalo por lo que mas quieras, yo lo necesito a mi lado. - le ruega con angustia y dolor, muchas lagrimas derraman sus ojos azules.
Cecilia llega a la iglesia y observa a Bárbara arrodillada ante el altar suplicando por la vida de Santos.
Cecilia: Bárbara, no llores más, yo se que Santos se va a recuperar.- Le dice con intenciones de calmarla un poco.
Bárbara: No puedo, verlo ahí desangrándose me esta matando Cecilia- le responde recordando a Santos tirado en el suelo.
Cecilia: No pienses en eso, ahora ven conmigo que tenemos que viajar a San Fernando para dirigirnos a la capital.
Bárbara: Esta bien- Se persigna y sale acompañada por Cecilia.
Varias horas después llegan a la capital, Santos tiene muy bajos sus signos vitales. En la clínica de inmediato lo dirigen a la sala quirúrgica, la operación que le van a practicar es demasiado delicada y en cuestión de segundos su corazón puede dejar de latir. 
Horas mas tarde le informan a Bárbara que la operación fue todo un éxito  pero sin embargo Santos aun sigue muy delicado, así que no se puede hacer ilusiones. 
Marisela llega a la clínica con una misión que le encomendaron, Saluda a todos y como si nada pregunta por Santos.
Más tarde, Bárbara se dispone para visitar a Santos en su habitacion, pero cuando llega encuentra a Marisela con una navaja en la mano tratando de matar a Santos.
Bárbara: ¡MARISELA NO!- Le dice asustada.

Marisela sale corriendo y tira la navaja al piso, ya afuera se maldice por no haber concretado su misión. De inmediato se reúnen en un café cercano con Augusto y Gonzalo, quienes ahora tendrán que actuar, todos ya habian decidio acabar con la vida de Santos, eso mataría por completo a Bárbara.
Bárbara sigue en la habitación con Santos.
Bárbara: Santos, quisiste salvarme, ahora mírate aquí- Sus ojos se aguaron- Te amo, lucha por tu vida.- Sale corriendo, no tolera verlo así.

Era temprano cuando Augusto y Gonzalo piden hablar con el Doctor que esta atendiendo a Santos.
Augusto: Buenos Días Doctor.
Doctor: Buenos Días, ¿En que lo puedo ayudar?
Augusto: Doctor, usted tiene que hacer una cosa muy importante por nosotros.
Doctor: Si, dígame.
Augusto saca un revolver y le apunta al Doctor.
Augusto: Es muy sencillo, usted tiene que hacer pasar por muerto a Santos Luzardo si no quiere una balazo en este momento. 
Doctor: Si, claro- dice asustado- ¿Que tengo que hacer?
Augusto: Nosotros nos encargamos, usted solo actué normal y haga pasar por muerto a Santos Luzardo.
Doctor: Esta bien- se retira asustado, dispuesto a cumplir con el encargo.
Gonzalo entra discretamente a la habitación de Santos, allí saca una jeringa con un liquido que va alterar la frecuencia cardíaca de Santos y se lo aplica en uno de sus brazos.

Minutos después los doctores entran rapidamente a aquella habitación  Bárbara asustada sale corriendo y entra con ellos. El Doctor comienza su trabajo, actúa como si lo estuviera reanimando.
Bárbara: ¡SANTOS! , ¡SANTOS POR FAVOR NO ME DEJES!- Gritaba.
Doctor: Lo estamos perdiendo.
La maquina que marcaba la frecuencia cardíaca estaba alterada, Augusto la había organizado para que mostrara que Santos estaba muerto. 
Doctor: Lo siento mucho, no pudimos hacer nada. 
Bárbara: ¡NO!- Se aferra al cuerpo de Santos y comienza a llorar imparablemente- ¡SANTOS POR QUE!,¡NO TE VAYAS!, ¡NO!.

Antonio entra a la habitación y muy dolido trata de despegar a Bárbara del cuerpo de Santos.
Antonio: Bárbara, no sabes cuanto lo siento, pero tienes que levantarte.- le dice resignado y con lagrimas en los ojos.
Bárbara: ¡NO POR FAVOR! , ¡SANTOS!, - Antonio la toma de la cintura y la saca casi a rastras de la habitación.- ¡SANTOS MI VIDA PORQUE!
Cecilia abraza a Bárbara. Bárbara se encuentra muy mal. Minutos después le pide al Doctor que la deje un momento a solas con el cuerpo de Santos, este accede.

Bárbara: Santos, te amare por siempre y te juro que esto no se va a quedar así  ¿Por que me hiciste esto?, ¿Por que me dejaste sola?, yo te necesito. - Estaba destrozada.
Vuelven a sacar a Bárbara a la fuerza, el doctor no ve mas remedio que aplicarle un calmante.
Bárbara se pasa toda la noche llorando. Al otro día el doctor introduce en el ataúd un cuerpo de otra persona, muy pronto llegaría toda la gente para el entierro. En el entierro no dejan ver el cuerpo, Bárbara esta muy mal. Cuando están metiendo el ataúd en la tierra, Bárbara lanza una rosa blanca. 
Bárbara: Santos, mi amor, Te amo.- Una lagrima rodo por su mejilla.

Augusto, Marisela y Gonzalo, gozaban de su victoria, pues Bárbara estaba apunto de morir de la tristeza. El verdadero cuerpo de Santos se encontraba en otra clínica  allí le estaban dando los cuidados necesarios para curarse. Los planes de Augusto estaban saliendo a la perfección, ahora tenia que evitar que descubrieran a Santos.







lunes, 5 de noviembre de 2012

CAPITULO 26. ALIANZAS PELIGROSAS.

Al otro dia Marisela, se encontraba en la puerta de la carcel esperando a Gonzalo, este al verla le causo mucha alegria, penso que nunca llegaria.

Gonzalo: ¡Marisela!, crei que no vendrias.
Marisela: Bueno, pues ya estoy aqui.
Gonzalo: Marisela, me entere que tuviste muchos problemas con Bárbara y Santos.
Marisela: Si tuve demasiados.
Gonzalo: Quiero proponerte algo que te puede interesar.
Marisela: ¿asi?, ¿ Y que sera?
Gonzalo: ¿Sabes quien es Augusto?
Marisela: Si, el que se robo el bebe de Bárbara.
Gonzalo: Pues como te parece que el es mi aliado, así que te propongo que te alíes a nosotros.
Marisela: ¿Y con que fin?
Gonzalo: Con sacar del camino a Bárbara, voy a ser mas especifico, Bárbara tiene que sufrir y tener una muerte dolorosa.
Marisela: Pero si Bárbara ha cambiado.
Gonzalo: Marisela por Dios, ella te quito el amor de tu vida, te maltrato, te hizo sufrir y ¡tu estas pensando en el bien de ella!, que ingenua eres.
Marisela ya se estaba enfureciendo, ese era el objetivo de Gonzalo, la necesitaba de su lado, por que así podrían actuar con cautela y mas rápido.
Gonzalo: Marisela, te propongo que te unas a nosotros y al final tu te quedaras con Santos, ¿Que dices?
Marisela estaba indecisa, pero todos los recuerdos la llenaron de ira y termino accediendo.
Marisela: Cuenten conmigo.
Gonzalo: Así me gusta.
Marisela: Pero ¿Que tengo que hacer?
Gonzalo: No se perfectamente, pero en San Fernando, Augusto te informara.
Bárbara se despierta, tiene la ilusión de que todo fuera un mal sueño, pero lastimosamente no es así  Bárbara se dirige en su caballo para la poza, quiere relajarse y reflexionar un poco. Allí se despoja de su ropa y entra al agua, el agua cristalina recorre su cuerpo, sus ojos reflejan tristeza. 

Después de un rato vuelve al miedo y se da un baño de agua caliente, como siempre la tina esta llena de espuma, esencias y pétalos de rosas, luego se viste y esta lista para comenzar de cero. Se escucha el llanto de un bebé, Bárbara se dirige al cuarto de Laión y le da su biberón.
Bárbara: Mi pequeño, tu y yo seremos muy felices sin tu padre, ya veras- Una lagrima rodó por su mejilla.
Santos no hace mas que beber, también le duele esta situación  pero no quiere darse cuenta de la verdad, así que consume sus penas en el alcohol.
Marisela llega con Gonzalo a San Fernando, donde ansioso los esta esperando Augusto, estos se dirigen a una gran casa rodeada por extensos jardines llenos de flores, ese lugar era muy bello.

Augusto: Marisela, me da mucho gusto que hayas decidido estar de nuestro lado.
Marisela: Me alegro, me decía Gonzalo que yo era fundamental, entonces ¿Para que soy buena?
Augusto: Necesito que te acerques bastante a Bárbara y me informes cada uno de sus movimientos, en poco tiempo actuare, pero necesito que no haya ninguna interferencia.
Marisela: Cuente con eso, yo estaré pendiente de Bárbara, pero no se le olvide informarme cuando vamos a actuar, necesito estar preparada.
Augusto: Me gusta tu actitud niña.
Marisela sonríe.

3 Meses Despues...
En estos pocos meses todo estuvo muy tranquilo para Bárbara, tuvo varios encuentros con Santos, pero este la miraba con indiferencia y desprecio, cada mirada lastimaba intensamente a Bárbara. Ese fin de semana eran las fiestas del pueblo, así que harían una fiesta en grande, Bárbara estaba muy animada, quería divertirse un poco. Augusto,Gonzalo y Marisela se estuvieron comunicando muy seguido, pero sin que nadie sospechara de su alianza. Un día antes de la fiesta, Bárbara se encontraba en la casa de Cecilia con Laión.

Bárbara: ¿Y vas asistir a la fiesta de mañana?
Cecilia: No me la perdería por nada, dicen que van a traer invitados especiales.
Bárbara: Oh eso suena interesante.
Cecilia: ¿Y tu vas a ir?
Bárbara: Por supuesto, quiero distraerme un rato.
Cecilia: ¿Nos vamos de compras?
Bárbara: ¿Y los niños?
Cecilia: No te preocupes, yo se que Casilda los cuidara muy bien.
Bárbara: Siendo así, esta bien.
Cecilia: Casilda, te dejo a cargo de los nenes, me los cuidas muy bien.
Casilda: Si señora Cecilia.
Bárbara y Cecilia se pasan toda la tarde de compras, escogiendo vestidos, zapatos, accesorios y algunas otras cosas, tambien pasaron por la peluquería, querían estar bien arregladas para la fiesta.
Santos y Antonio estaban en Altamira conversando.

Antonio: Santos, aun sigues pensando ¿Que ese hijo no es tuyo?
Santos: Antonio, ese niño no puede ser mio, pues Bárbara y yo no tuvimos intimidad durante varios meses.
Antonio: ¿Estas seguro?
Santos: Si.... espera, ¿Cuantos meses tiene Bárbara?
Antonio: 5 meses aproximadamente.
Santos recuerda perfectamente cuando estuvo con Bárbara en medio de la sábana y al hacer cálculos le dio exactamente 5 meses, Santos estaba en shock.
Antonio: Santos hermano, ¿Que te pasa?, ¿Por que te quedaste tan callado?
Santos no respondía nada, estaba traumado al darse cuenta que Bárbara no le mintió.
Antonio: Santos reacciona.
Santos: Antonio, ¡Antonio!, he cometido la peor brutalidad de mi vida.
Antonio: ¿Que pasa?
Santos: ¡Que el bebé que esta esperando Bárbara si es mio!
Antonio: Llevo 3 meses insistiendo te y no me hiciste caso.
Santos: ¿Y ahora que voy hacer?, la trate pésimamente.
Antonio: Lo primero que tienes que hacer es pedirle perdon, Santos esta ves la embarraste.
Santos: Ay Antonio, ahora si la perdí para siempre.

Bárbara volvió con Laiòn al miedo, le dio su biberón y lo puso a dormir. Bárbara se acosto, estaba muy cansada, ademas estaba muy tarde. Marisela se encontraba en San Fernando, asi que Bárbara solo estaba con sus peones y Laión. A eso de las 2 de la madrugada Santos llego al miedo y comenzó a gritar.
Santos: Bárbara, Bárbara sal.
Bárbara escucho sus gritos y se despertó exaltada, cuando se hiba a levantar Santos ya se encontraba dentro de su habitación.
Santos: Bárbara, por favor perdoname, se que me equivoque y esta vez te humille horriblemente.
Bárbara: Vete de mi hacienda desgraciado, no quiero oír ninguno de tus falsos perdones.
Santos: No son mentiras, estoy arrepentido, ahora se que ese bebe que estas esperando es mio.
Bárbara: ¿No crees que es muy tarde para darte cuenta?
Santos: Bárbara por Dios no me hagas esto.
Santos toma a Bárbara por la cintura y la arrastra hasta el.
Bárbara: ¡ Suéltame!, ¡Que me sueltes te digo!
Santos: No, tienes que escucharme, yo te amo, perdóname  perdóname  fue un imbécil por decirte tantas cosas que no son ciertas, yo se que tu me amas como yo a ti.
Bárbara: Cállate  y suéltame  tus palabras me secaron Santos Luzardo, yo no te amo, lo unico que siento por ti es repugnancia.
Santos: Eso no te lo creo.

Santos la besa, ella se deja llevar por unos segundos, luego se aleja de el y le pega una fuerte cachetada.
Bárbara: ¿Como te atreves?, Largate de aquí y ni se te ocurra volver a tocarme.
Santos: No me iré.
Bárbara: ¿A no?, ya veras que si.
Bárbara toma su revolver que esta junto a la mesa y le apunta a Santos.
Bárbara: Ahora si doctorcito, te vas de aquí o te saco a punta de tiros.
Santos: No te atreverías.
Bárbara: ¿No me atrevería?, no me retes que es peor.
Santos: Anda dispara.
Bárbara le dispara a un jarrón que esta justo al lado de Santos, este se asusta, ese era el objetivo de Bárbara, claro esta que no quería lastimarlo, pero no quería que le diera sus diarios sermones.
Bárbara: Lárgate  que esta vez el que recibe el tiro eres tu, sabes muy bien que tengo una gran puntería.
Santos se retira prácticamente obligado, ahora si pierde todas las esperanzas de recuperar a Bárbara.

Al otro día de noche, Bárbara se esta alistando, tenia puesto un vestido blanco muy bello, como siempre quería deslumbrar a todos en el pueblo. 
Bárbara se encontraba muy alegre en la fiesta, se estaba divirtiendo, Santos la miraba embelesado, quería acercarse a ella, pero con tan solo dedicarle un sonrisa, Bárbara lo miraba con desprecio y repugnancia. Después de un largo rato, Santos se fijo que habían 2 hombres muy extraños observando con cautela a Bárbara, de un momento a otro uno de los hombres saco una pistola de su saco y le apunto a Bárbara, Santos al ver esto le grito a Bárbara.
Santos: ¡BÁRBARA CUIDADO!
Santos se interpuso entre las balas y Bárbara, aquellos hombres salieron corriendo dejando a Santos con 4 tiros en el pecho. Bárbara se arrodilla al lado de Santos.
Bárbara: ¡SANTOS!, Santos mi vida, ¿Por que hiciste eso?

Muchas lagrimas rodaban por la mejillas de Bárbara, estaba completamente desesperada de ver ahí a Santos tirado desangrándose.
Bárbara: Por Dios ayúdenme por favor.
Bárbara gritaba y lloraba, estaba apunto de desmayarse, todo el pueblo observaba aquel suceso, quedaron atónitos con aquella escena, Antonio y los peones llevaron a Santos al consultorio de Arias.