Al otro día...
Bárbara se levanta y observa a sus
pequeños recién nacidos, los encuentra profundos, se acerca y le da
un beso a cada uno. Luego se dirige a la habitación de Laión.
Bárbara: Buenos días campeón.-
dice alzándolo y besándolo - ¿Cómo está el hombre más guapo
de esta casa?
Casilda entra a la habitación.
Casilda: Buenos días señora, ¿Va a desayunar?
Bárbara: Buenos días Casilda, aun no, primero
me daré un baño. ¿Podrías arreglar a Laión?
Casilda: Claro que si señora.- dice tomando a Laión.- Bueno
señora yo me retiro con este muchachito.
Bárbara: Muchas gracias Casilda.- Sonríe.
Bárbara se da un baño como acostumbra todas las mañanas, se viste
y luego se da un último retoque cepillando sus hermosos y castaños rizos.
Joselyn comienza a llorar lo que hace despertar a su hermanito Martín.
Bárbara toma a Joselyn en sus brazos para calmarla.
Bárbara: Ya mi chiquita, mami está contigo.- toma
su biberón y se lo da arrullándola, los pequeños ojitos azules de
Joselyn están clavados en Bárbara, la pequeña la mira con ternura.- Tienes unos
ojitos preciosos mi niña.
Andrés entra.
Andrés: Hola, ¿Cómo se encuentran estas 2 hermosuras?- dice
dandole un beso a Bárbara y tomando a Martín.
Bárbara: Perfectamente, ¿Cierto princesa?
Andrés: Este chiquitín está reclamando a su madre.-
dice mirando a Martín, quien estaba bostezando tiernamente, toma su biberón y
se lo da suavemente.
Bárbara: Son preciosos ¿No te parece?
Andrés: Son todos unos angelitos- dice sonriendo.
Bárbara: Verdad que ¿Si?
Andrés: Claro, como dudarlo.- dice poniendo el biberón vacío de
Martín en la mesita.
Bárbara: Porque en las noches no dejan dormir a su madre.- la
pequeña Joselyn ya estaba cerrando sus ojitos, hasta que por fin vuelve a
dormir.- Mi nena ya se quedó dormida.- dice poniéndola en su cuna.
Andrés: Martín no se queda atrás, ya está profundo.-
dice acomodándolo junto a su hermana.
Bárbara: ¿Vamos a desayunar?
Andrés: Yo te tengo una mejor propuesta.- dice acercándose
peligrosamente a los labios de Bárbara.
Bárbara: ¿Así?, ¿Cuál es?
Andrés: Ya que estos nenes están profundos, podríamos ir a
desayunar al pueblo.
Bárbara: No me parece mala idea, le diré a las terneras que se
encarguen de los bebes, espérame en el jardín.
Andrés: Esta bien, pero antes, señorita usted me debe un beso.-
dice riendo y dándole un beso a Bárbara.
Después de un rato Andrés y Bárbara se encontraban en el balcón
de un restaurant.
Andrés: Bárbara...- se lleva su mano al bolsillo y saca un anillo.-
¿Quieres casarte conmigo?- le pregunta Bárbara, mirandola fijamente a los ojos.
Bárbara: Mm... Pues.- No sabía que responder, nunca se esperó que
Andrés le propusiera matrimonio y menos tan pronto.- Si.- Sonríe.
Andrés: Me haces tan feliz mi ángel.- dice dándole un tierno
beso.
Bárbara: ¿Mi ángel?
Andrés: Si, te seguiré diciendo así, porque eres como un ángel
que cayó del cielo para hacerme feliz.
Bárbara: Que cosas dices.- Andrés le pone el anillo a Bárbara, ella
observa el anillo de matrimonio de Santos, sobre él ya se encontraba el de
Andrés, era hora de dar un nuevo paso, de reencontrar la felicidad junto Andrés
y sus hijos.
Ambos le cuentan a sus más cercanos la buena noticia, en verdad
la toman muy bien, Bárbara pensaba que no sería así, más que todo por
Santos.
El tiempo se pasó volando, ya habían transcurrido 2 semanas desde
aquel día, solo faltaban 3 días para la boda. Bárbara y Andrés iban rumbo a la
capital, no llevaban a los pequeños con ellos, pues tenían varios asuntos que
arreglar y no tendrían con quien dejarlos, así que decidieron
dejarlos a cargo de Casilda y las terneras.
Cuando llegaron se dirigieron al hotel en el que Bárbara y
Santos solían hospedarse, Andrés se fue para la
prensa, quería que todos supieran de su boda con
Bárbara, así que al otro día en primera plana
se encontraría un artículo anunciando la boda de Andrés Rentería y
Bárbara Guaymaran.
Santos se andaba hospedando en aquel hotel desde hace poco, ya
que su casa estaba infestada, pero no había notado la presencia de Bárbara,
pues el solo llegaba al hotel en las noches.
Llego el otro día, Bárbara bajaba las escaleras hacia la recepción
del hotel, cuando de repente se le cae el bolso que traía en la mano, así regándose
todo lo que allí se encontraba, Bárbara recoge todo, pero no se da cuenta que
en el piso se encuentra el anillo que le dio Santos. Bárbara regresa con Andrés
al Arauca, donde por fin al otro día se daría su boda.
Santos salía de su habitación cuando de repente lo llaman.
Recepcionista: Señor Santos.
Santos: ¿Si? dígame.- dice curioso.
Recepcionista: Esto le pertenece.- dice entregándole el anillo de
Bárbara.- A se me olvidaba, aquí tiene su periódico.- le entrega el periódico.
Santos: Gracias.- observa detalladamente el anillo y en su
interior encuentra un mensaje:
Te amo Bárbara, estaremos juntos por siempre. Santos
Santos: Por Dios el
anillo que le di a Bárbara, ¿Pero que hace aquí?- luego mira el periodico y por
poco se desmaya al leer el articulo.- ¡Bárbara esta viva!, tengo que impedir
que se case.- Sale como alma que lleva el diablo hacia el aeropuerto.
Cuando llega le informan
que no hay boletos hasta mañana, así que no tiene más remedio que esperar.