jueves, 22 de noviembre de 2012

CAPITULO 30. JOSELYN Y MARTÍN.

Los días fueron transcurriendo uno a uno, hasta que se convirtieron en 2 meses, Bárbara y Andrés disfrutaban mucho, gozaban del hermoso paisaje que los rodeaba.
Santos y Marisela decidieron darse otra oportunidad, mantenían en la playa, Santos era feliz junto a Marisela, pero a pesar de todo seguía pensando en su Bárbara, no podía olvidarle por mas que trataba, era inútil  la tenia metida en lo mas profundo de su corazón  En las noches Bárbara recordaba a Santos, sus ojos se inundaban de inocentes lagrimas. Marisela se encontraba en su habitación pensando un poco.

Marisela: ¿Que me pasa?, se supone que amo a Santos, pero no dejo de pensar en la mirada de Asdrubal, no puedo flaquear, tengo todo lo que quiero y no lo voy a perder por un peón sin importancia.- dice decidida y con una cara amarga.
Bárbara se encontraba en casa de Cecilia con Laión, cuando de repente unas fuertes contracciones le vienen.
Bárbara: Ah Cecilia, Ayudame por favor.- dice retorciéndose del dolor.
Cecilia: Bárbara, ¿Que te ocurre?.- dice asustada.
Bárbara: Creo que los bebes ya quieren nacer.
Cecilia: ¡Santo Dios!.- sale corriendo en busca de Antonio.- Antonio, ve por el Dr. Arias y dile que venga de inmediato.
Antonio: Esta bien Mariposa, no me tardo.- sale en busca del Dr. Arias.
Cecilia: Casilda, ven ayudarme por favor.-dice desesperada.
Casilda y Cecilia llevan a Bárbara a una de las habitaciones, después Casilda se dirige a la cocina por agua caliente y unas cuantas toallas. Bárbara no puede soportar mas las contracciones, siente que la espalda se le parte en 2. El Dr. Arias entra de inmediato a la recamara.

Dr. Arias: Buenas Noches.
Cecilia: Buenas Noches Doctor, Por favor pase.
Dr. Arias: Muchas Gracias.- revisa rápidamente a Bárbara y procede al parto.
Luego de 1 hora ya habían nacido 2 hermosos bebes, una niña y un niño. 

La niña de hermosos ojos azules y cabello rubio y el niño por el contrario de ojos caramelo y cabello castaño. Bárbara estaba agotada por el parto, así que cayo en un profundo sueño.
Cecilia: Pobre Bárbara, debe estar rendida.- llevaba a Laión en brazos, se dirigieron a ver a los nuevos bebes.- Que angelitos tan hermosos, nene mira a tus hermanitos.- Laión sonreía al ver a esos pequeños bebes dormiditos.
Andrés llega a la casa de Cecilia.
Andrés: Buenas Noches, ¿ Podría pasar?
Cecilia: Si claro, Bárbara se encuentra dormida.
Andrés: ¿Y los bebes? 
Cecilia: Están en la habitación junto al pasillo.- dice indicándole.
Andrés: Muchas Gracias, ¿Puedo verlos?
Cecilia: Que pregunta, ven te acompaño.
Andrés y Cecilia entran a la recamara. Andrés toma a la pequeña, mientras Cecilia carga al niño.
Andrés: En verdad se parecen a sus padres, en especial esta chiquitina.- dice jugando con la manito de la nena.
Cecilia: Tienes razón  es lamentable que Santos no este aquí - Andrés mira hacia otro lado.- Oh perdona, no quería hacerte sentir mal.
Andrés: No te preocupes, se que no fue tu intención.

Bárbara los observaba desde la puerta, hace un momento se había levantado.
Bárbara: Con permiso, vine a ver a mis nenes.- dice acercándose a Cecilia.
Andrés: ¿Como te sientes?
Bárbara: Muy bien.- dice mirando con atención a sus pequeños.
Cecilia:  ¿Ya has pensado en sus nombres?
Bárbara: La verdad si, quiero ponerle a esta nena Joselyn.
Andrés: ¿Que te parece si le pones Martín a este campeón?
Bárbara: Me gusta ese nombre.
Cecilia: Asi que Joselyn y Martín Luzardo-Guaymaran.
Bárbara: Suena muy agradable.- dice risueña.- ¿Mi otro campeón?
Cecilia: Se encuentra jugando con Toñito, Casilda les esta echando un ojo.
Bárbara se ríe.
Bárbara: Quisiera irme para mi hacienda.
Cecilia: ¿Estas segura?
Bárbara: Si.
Cecilia: Esta bien.
Andrés le ayuda a Bárbara con los bebes y ambos se dirigen al miedo. Ya allí Andrés deja a Joselyn y Martín en la recamara de Bárbara, mientras ella adormecía a Laión y le dejaba en su cuna.
Bárbara: Gracias por todo Andrés, tu has sido un gran apoyo para mi.

Andrés: Mi Bárbara, yo nunca te dejare sola, ahora anda a descansar.- dice robandole un corto beso.
Al oír esas palabras, los ojos de Bárbara se vuelven cristalinos, eso alguna vez se lo había dicho Santos, no puede evitar que algunas lagrimas caigan de sus ojos. Se dirige a su habitación y observa a sus pequeños recostados en su cama.
Bárbara toma a Martín.

Bárbara: Sabes, eres idéntico a tu padre, tus ojitos, tu cabello, tu boquita, eres precioso mi nene.- luego lo deja en su cuna junto a su cama, hace lo mismo con Joselyn.
Sus pensamientos se desvían, comienza a pensar en Santos.
Bárbara: Santos, te extraño tanto, como quisiera abrazarte.- Lleva su mano al rostro para secar una pequeña lagrima que roda por su mejilla.
Santos se encuentra dormido, pero de un momento a otro despierta pensando en Bárbara, algo lo hace recordarla.
Santos: Mi vida, como te necesito.- dice mirando hacia la ventana.
Ambos se duermen pensando en el otro y los maravillosos momentos que pasaron juntos.
En medio de la noche un llanto despierta a Bárbara, haciéndola levantar para calmar a su pequeña Joselyn, quien estaba pidiendo su comida, Bárbara le da su biberón y luego la arrulla para que vuelva a dormir.


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