sábado, 3 de noviembre de 2012

CAPITULO 23. RECONCILIACIÓN.


Santos se levanta rápidamente y se dirige a donde Asdrubal, que se encuentra muy cerca. Bárbara sale corriendo, tiene que impedir que comiencen a pelearse.
Santos: ¡Asdrubal! , eres un desgraciado que me has quitado a mi mujer, pero ahora mismo la recuperare.

Santos le manda un puñetazo tremendo que lo manda a volar, Asdrubal con rabia se levanta y le da una patada en el estomago, así sucesivamente comienzan a golpearse muy bruscamente. Bárbara los observa, piensa como es que esos 2 hombres se están matando por ella.
Bárbara: Ya paren imbéciles, no ven que se van a matar.
Santos: No voy a parar hasta recuperarte.
Bárbara: Santos por Dios, no te comportes como un niño.
Ambos hombres ya se encuentran muy golpeados, así que Bárbara toma a Santos por la camiseta y lo besa.

Esa fue la única manera que ceso aquella pelea, no beso a Asdrubal, porque empeoraría las cosas. Asdrubal también le dieron celos, pero se contuvo por Bárbara. Después del beso, Bárbara se lleva a Santos para Altamira. Allí Bárbara busca algo con que hacerle una curación a Santos, pues esta bien golpeado.
Bárbara: ¡Santos eres un loco!, ¡Como te agarras a golpes con Asdrubal, por poco y se matan!
Santos: Bárbara, ese imbécil me robo a mi mujer, así que se lo merecía.
Bárbara: Los 2 son un par de imbéciles inmaduros, te comportaste como un niñito.
Santos: Pues tenia que recuperar lo que era mio.
Bárbara: ¿Y lo recuperaste?
Santos: Creo que si, pero no estoy seguro.
Bárbara se ríe.
Bárbara: Santos, ¿Te encuentras bien?
Santos: Si, solo fueron unos cuantos golpes, ¿Por que me lo preguntas?
Bárbara: Estaba preocupada por ti, temía que te hicieran daño. Upss, no era lo que quería decir.
Santos: Así que temías que me pudiera pasar algo.
Santos la besa con mucha pasión  ella le corresponde a este beso, pues extrañaba sus labios y los deseaba sentir hace mucho tiempo.
Santos: Bárbara, ¿No me extrañaste ni un poquito?
Bárbara: No, bueno si un poco, ay no esta bien te extrañe demasiado, tu sabes perfectamente que te amo y no puedo vivir lejos de ti.
Santos: Entonces ¿Por que haces las cosas tan difíciles?
Bárbara: Por que yo siento Santos y me duele.
Santos: ¿Me perdonas?
Bárbara: Si te digo que no me estaría mintiendo.
Santos: ¿Me das otras oportunidad?
Bárbara: ¿Me prometes que nunca volverás a hacer lo que hiciste?
Santos: Te lo prometo si tu me prometes que nunca mas me volverás a dar celos con otro hombre.
Bárbara: Esta bien.
Santos: Ven aquí mujer que te necesito y te deseo como nunca.

Bárbara lo besa, le quita cada botón de su camisa, mientras que Santos le besa el cuello suavemente, sus cuerpos se juntan, la tierra tiembla, Santos le acaricia su cuerpo, sienten tanto amor, se habían deseado hace mucho tiempo.
Al otro día Bárbara despierta y sonríe al ver que Santos la contempla muy tierna mente  Santos se encontraba perdido en sus ojos cristalinos y profundos.
Bárbara: ¿Que me miras?
Santos: Me encantan tus ojos azules, son tan bellos, me producen una paz inmensa.
Bárbara: Te amo tanto.
Santos: Yo te adoro mi vida.
Ambos se levantan y se dirigen al jardín para desayunar, pues mas tarde Bárbara iría por Laión y sus cosas para volver a Altamira. Así fue, en la noche ya todos estaban juntos de nuevo, Asdrubal se sentía utilizado por Bárbara, pero el siempre supo que a quien ella amaba era a Santos.
Pasan un mes lleno de tranquilidad, Santos y Bárbara no habían vuelto a pelear y justamente ese día era su aniversario. Santos le tenia una sorpresa muy bella a Bárbara. Ese día en la noche se la llevo para la poza, donde todo estaba decorado con flores y velas.

Allí se dieron un largo baño en la poza y disfrutaron de una suculenta cena, preparada por Cecilia, pasaron una noche espectacular, todo fue muy hermoso. Santos se sentía muy afortunado por haber recuperado a su amada y su hijo, ahora si creía que podían ser muy felices, pero eso no seria así.


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