Marisela
decidió irse a la capital por 6 meses, así podría pensar muy bien cómo
recuperar a su hombre.
3
meses después…
Bárbara
y Santos se encontraban en San Fernando, pues al día siguiente viajarían a la
capital por el chequeo médico de Bárbara. Ambos se encontraban sentados bajo un
árbol del parque, Santos le tocaba la barriguita a Bárbara y la abraza
cariñosamente.
Santos:
Me encanta tocar tu barriguita mi vida, me hace recordar que seré papa.
Bárbara:
Yo adoro que seas tan tierno con nuestro bebe, serás el mejor papa del mundo.
Por
supuesto a Bárbara ya se le notaba el embarazo, la hacía ver tan bella, tan
maternal, a Santos le encantaba observarla, se podía pasar horas
contemplándola.
Bárbara:
Yo quiero que sea un niño fuerte como tú, que tenga tu mirada y tu
inteligencia, que tenga tu sangre y mi sangre.
Santos:
A mí también me encantaría que fuera un niño, que tenga tus ojos, tu veracidad
y muchas otras cosas.
Bárbara:
Te amo, ¿Ya lo sabias?
Santos:
si y yo te amo a ti y no me canso de repetirlo, tú y mi bebe son mi vida, lo
que me alienta para levantarme cada día.
Bárbara
se siente muy feliz de tener a su lado un hombre que le dice tantas cosas
hermosas y que ama tanto a su bebe.
Al
otro día se marchan para la capital, cuando le hacen la ecografía a Bárbara le
dicen que es un niño, Santos no puede retener la felicidad, pues era lo que más
deseaba. Luego del chequeo médico salen un rato al centro comercial.
Bárbara:
es un hermoso bebe, que te parece si le ponemos Laión.
Santos:
me parece muy bien, escogiste un bello nombre, ¿Quieres un helado?
Bárbara:
Si, gracias.
Santos
va y compra 2 helados de chocolate. Marisela también está en el centro
comercial. Santos vuelve de comprar los helados y le da un beso en la
barriguita a Bárbara, en ese momento Marisela estaba pasando por allí y los
alcanza a ver, se llena de rabia y de dolor, siempre había querido que Santos
hubiera sido así de cariñoso con ella.
Más
tarde, Bárbara y Santos salen del centro comercial y se dirigen hacia el hotel.
Marisela los sigue. Cuando estaban a punto de cruzar la calle, Santos se
encuentra con un viejo amigo y se pone a conversar por un momento, mientras
tanto Bárbara lo espera en el borde del andén, Marisela aprovecha y empuja a
Bárbara, en ese instante estaba transitando un carro y la atropella, Marisela
sale corriendo mientras Bárbara se encuentra tirada en el piso inconsciente y
con varios golpes. Santos no se había dado cuenta hasta que Bárbara pega un
grito antes de ser atropellada.
Santos:
¡Bárbara! Mi vida nooo.
Santos
grita pidiendo ayuda, quiere salvar la vida de Bárbara y su bebe, por suerte
iba cruzando una ambulancia, esta lleva rápidamente a Bárbara a la clínica. Ya
en la clínica atienden a Bárbara de urgencias, se encuentra muy grave y solo un
milagro podría salvar a Bárbara y su bebe. Santos se va a la capilla de la
clínica a pedirle a Dios y la virgen que los salve, que le dé la oportunidad a
Bárbara de ser feliz con lo que más deseaba, Santos lloraba, no quería perder
lo que más amaba, en verdad se encontraba muy mal.
3
horas después sale el doctor Carlos, quien es muy amigo de Santos y quien
atendió a Bárbara.
Dr.
Carlos: Santos.
Santos:
Carlos ¿Cómo están?
Dr.
Carlos: De milagro a su bebe no le paso nada y está bien, pero el impacto que
recibió Bárbara fue muy fuerte y aún sigue inconsciente, aparte de esto se
partió un brazo, una pierna y la clavícula izquierda, estamos haciendo todo lo
posible porque mejore.
Santos:
Tienes que ayudarla Carlos, pero ¿Estará bien?
Dr.
Carlos: Lo primordial es que despierte del coma, así podremos actuar mejor.
Santos:
¿Puedo ir a la habitación donde la tienen?
Dr.
Carlos: En este momento tenemos que realizarle una operación que es la de la
clavícula, si todo sale bien en un rato podrás visitarla.
El
Doctor se retira. Santos sigue muy preocupado, puede que le hayan dicho que su
bebe está bien, pero su Bárbara no, las lecciones que sufrió son muy graves y
dolorosas y él no quiere verla sufriendo.
En
la noche el Dr. Carlos regresa y le comunica a Santos que la operación fue todo
un éxito y que ya puede pasar a visitarla. Santos se dirige a la habitación
donde se encuentra Bárbara, la ve aporreada y con morados en todo el cuerpo,
siente un nudo en la garganta, se acerca más a ella y se sienta a su lado.
Santos:
Porque a ti Bárbara, ¿Es que nunca habrá un poco de felicidad para ti?
Así
pasaron 5 días, Santos no se despegaba de Bárbara, él pensaba que en cualquier
momento despertaría de su coma, pero lastimosamente Bárbara no reaccionaba.
Santos:
Mi vida, tienes que recuperarte por nuestro bebe, por nosotros y todo lo que
hemos vivido, te amo y tienes que despertar, por favor yo te necesito, necesito
tus besos, tus reproches, tus ojos, tu esencia, te necesito para respirar, eres
el motor que impulsa mi vida, eres la fuerza que conduce mi existir, la luz que
me ilumina, sin ti nada tiene sentido.
Santos
llora, no quiere perderla, ella es todo para él. Santos le da un beso
suavemente y luego se va.
5
minutos después el Dr. Carlos sale.
Dr.
Carlos: Santos, Bárbara acaba de salir del coma, creo que fue por las palabras
tan bellas que le has dicho, ellos escuchan.
Santos:
¿Puedo verla?
Dr.
Carlos: Claro, pero no la agites.
Santos
sale corriendo hacia la habitación de Bárbara, tiene la mirada débil, parece
cansada, Santos se le acerca, él estaba llorando.
Santos:
Bárbara, mi vida.
Bárbara:
No llores mi amor.
Santos:
Lloraba porque te estaba perdiendo a ti y a mi hijo, los amo y no puedo
soportar no tenerte a mi lado.
Bárbara:
Las palabras tan bellas que me dijiste ahorita fueron lo que me impulso a
seguir adelante.
Santos:
¿Me escuchaste?
Bárbara:
Si, quería responderte, pero no era capaz.
Bárbara
besa a Santos delicadamente, con su mano le acaricia la cara y le sonríe.
Santos:
Mi vida por poco y me dejas solo, pero hay una cosa que no entiendo ¿Cómo fue
que ocurrió este accidente?
Bárbara:
Pues yo estaba allí parada y Marisela vino corriendo y me empujo, luego te
grite y no se más.
Santos:
¿Marisela?, como pudo hacerte esto.
Bárbara:
No la juzgues, estoy segura que no quiso hacerlo, ella es incapaz, tú la
conoces muy bien.
Santos:
Tienes razón, pero no hablemos de esto. Te amo y recuérdalo siempre.
Bárbara:
Yo también te amo. Santos quiero hablar con Marisela, ¿Podrías encontrarla?
Santos:
Esta bien, vuelvo en un rato.
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