Llegan a Altamira en la noche, Bárbara
se siente muy cansada, así que se dirige a la habitación. Ya allí se acuesta en
la cama y Santos la sigue pensando que se siente mal.
Santos: ¿Te encuentras bien?
Bárbara: Si, solo me siento un poco
cansada por el viaje.
Santos: ¿Quieres comer algo?
Bárbara: No, gracias.
Santos: Esta bien, yo si tengo hambre así
que iré a comer algo.
Bárbara sonríe, Santos se dirige a la
cocina y en contra de la voluntad de Bárbara le prepara algo de cenar. Pasado
un rato Santos sube con una pequeña cena para Bárbara.
Bárbara: ¿Qué es eso?
Santos: No te voy a dejar sin cenar, así
que come algo si no quieres tener problemas conmigo.
Bárbara: Eres muy terco, pero te
complaceré.
Bárbara cena un poco, en verdad no
tiene mucho apetito, está muy cansada y lo único que le provoca es dormir.
Bárbara: Ven vamos a dormir, estoy
rendida.
Santos: Bien, yo la voy a abrazar para
que usted sienta que estoy a su lado.
Bárbara sonríe. Santos se acuesta y
ambos se quedan dormidos en un profundo sueño.
3 meses después…
Se encontraba muy cerca el nacimiento
de Laión, Bárbara se encontraba en el jardín con Santos, ya casi caía el
atardecer.
Bárbara: Santos, ¿Por qué no damos un
paseo por el rio?
Santos: Es una buena idea.
Ambos se van caminando por la sabana
muy lentamente.
Bárbara: Santos, sabes me encanta
contemplar el atardecer en los llanos, todo se ve tan hermoso y tan cálido.
Santos: Tienes razón, todo se ve muy
bello.
Repentinamente Bárbara comienza a sentir unas pequeñas contracciones que después de un rato se vuelven insoportables.
Bárbara: Santos, ah me duele, tu hijo
quiere nacer ¡Ayúdame!
Santos se pone nervioso, no sabe qué
hacer.
Santos: Pero ¿Qué hago?
Bárbara: No te quedes ahí parado y
llévame al pueblo, no lo soporto.
Al cabo de un rato llegan al pueblo,
el Dr. Arias atiende a Bárbara rápidamente, ella se encuentra lista para tener
a su bebe. Santos está en la sala de espera muy nervioso, pues es su primer
hijo, no hace más que recorrer todo el lugar como loco. Después de media hora
Santos escucha el llanto de un bebe y es inevitable que salga una enorme
sonrisa de su boca.
En ese momento llega Antonio, pues se
acaba de enterar.
Antonio: Hola Santos, ¿Cómo va todo?
Santos: Antonio soy padre, soy padre.
Santos no puede dejar de gritar, está
verdaderamente feliz. Después de unos minutos sale el Dr. Arias.
Dr. Arias: Santos es usted ahora
padre.
Santos: ¿A qué horas poder ver a mi
hijo y mi mujer Doctor?
Dr. Arias: Ya mismo, venga conmigo.
Santos entra a la habitación donde se
encuentra Bárbara con él bebe, mira a su bebe y se da cuenta que es un hermoso
bebe de ojos grisáceos y pelo rubio, le parece una ternura.
Santos: Mi vida soy tan feliz, te amo.
Bárbara: Yo también te amo.
Santos: Nuestro bebe es precioso, es
igualito al papa.
Bárbara: Te equivocas se parece a mí,
por eso es hermoso.
Santos: Esta bien lo acepto se parece
a ti.
Ambos ríen. Santos se acerca a darle
un beso a su bebe, lo encuentra dormidito, pero al darle el beso lo despierta y
comienza a llorar.
Bárbara: ¿Qué le hiciste?, pásamelo.
Santos: no le hice nada.
Santos carga al bebe suavemente y se
lo pasa a Bárbara, ella lo arrulla hasta que vuelve a dormir. Bárbara se queda
con él bebe en brazos, le acaricia la carita suavemente.
Santos: Te ves tan linda y tan tierna así.
Bárbara: ¿Si?
Santos: Si y me encanta.
Bárbara le da un pequeño beso.
Bárbara: ¿Cuándo volvemos a Altamira?
Santos: Creo que mañana en la mañana.
Bárbara: Almenos, porque la verdad
odio los hospitales.
Santos: Pero no te vas a ir para
desmandarte.
Bárbara: Claro que no, ahora tengo que
cuidar a mi bebe.
Santos: Eso me gusta.
Bárbara bosteza. Le pasa el bebe a
Santos muy cuidadosamente para que lo ponga en la cuna. Luego de esto ella se
queda dormida, mientras Santos se sienta a su lado y se pone a contemplar a su
bebe.
A eso de las 3 de la madrugada el bebe
comienza a llorar, Bárbara no se da ni por enterada, Santos se levanta y lo
carga tratando de hacerlo dormir, pero no lo consigue. Bárbara se despierta al
oir el llanto del bebe.
Bárbara: Santos, pásame al bebe.
Santos le pasa a Laión. Bárbara le da
de comer y asi lo calma.
Santos: ¿Como pudiste calmarlo y yo
no?
Bárbara: Porque me quiere mas a mi.
Bárbara se rie.
Santos: Tienes que enceñarme.
Bárbara: Luego aprenderás.
Santos besa a Bárbara.
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