Santos
encuentra a Marisela, está llorando, se siente muy arrepentida.
Santos:
Marisela, Bárbara quiere verte, ¿Podrías ir a visitarla?
Marisela:
¿Se encuentra bien?
Santos:
Si por suerte. Lo que hiciste estuvo muy mal.
Marisela:
Lo es y no sabes cuánto me arrepiento, no quise hacerle daño, fue un impulso de
rabia.
Santos:
Yo sé que eres incapaz de hacerle daño a alguien y me alegra que te
arrepientas, pero ahora ve a visitarla.
Santos
lleva a Marisela a la clínica, ya allí Marisela se dirige a la habitación de
Bárbara.
Marisela:
Bárbara perdóname, no quería causarte daño, sé que no merezco tu perdón, pero
quiero ser feliz y compartir contigo como mi madre.
Bárbara:
Marisela, sé muy bien que no lo hiciste con intención, eres demasiado buena
para esto y yo también quiero que vivamos en paz y podamos ser felices, lo
lograremos estoy segura.
Marisela:
Te has convertido en alguien bueno y quiero que seas feliz con Santos, no me
interpondré en su relación.
Bárbara
le sonríe.
Marisela:
¿Y cómo está mi hermanito?
Bárbara:
Se encuentra bien, por suerte no le paso nada.
Marisela:
No sabes cuánto me alegra, ¿Y cómo lo llamaran?
Bárbara:
Habíamos pensado en ponerle Laión.
Marisela:
Lindo nombre.
En
ese momento entra Santos.
Santos:
Marisela es mejor que te vayas, Bárbara tiene que descansar.
Marisela:
Esta bien, Adiós espero que te mejores.
Bárbara:
Gracias.
Marisela
se va.
Bárbara:
Amor deberías irte para el hotel, quiero que descanses.
Santos:
Eso ni te lo imagines, no te dejare sola ni un minuto.
Bárbara:
Por favor, no quiero que te trasnoches, además mañana puedes venir muy
temprano, ¿Si?
Santos:
Bárbara no…
Bárbara
lo interrumpe.
Bárbara:
Lo harás por mí y nuestro bebe.
Santos:
Esta bien, ¿Por qué me pides esto mujer?
Bárbara:
Porque te amo.
Santos:
Ahora dame un beso que me voy.
Bárbara
le da un beso y luego Santos se retira.
2
Semanas después…
Bárbara
ya se encuentra en Altamira, ya tiene 6 meses de embarazo, Santos está
encantado. Bárbara se encuentra en la cama, pues le enviaron mucho reposo.
Bárbara:
Santos, yo me quiero levantar de aquí estoy cansada.
Santos:
Bárbara, sabes muy bien que por tu pierna no puedes.
Bárbara:
Llévame al jardín, Por favor, si quiera un ratito.
Santos:
Mujer porque eres tan terca, Esta bien vamos.
Santos
carga a Bárbara hasta el columpio que se encuentra en el jardín.
Bárbara:
Gracias, Santos ¿En cuánto tiempo me quitaran el yeso y estaré bien?
Santos:
Aproximadamente en 1 mes.
Bárbara: Por Dios, no creo poder
soportarlo.
Pasa un mes muy largo, ya que Bárbara
le molesta estar incapacitada, es hora de ir a la capital para un chequeo médico.
Bárbara y Santos se encuentra en la
clínica, en un instante los atenderán.
Bárbara: ¡Por fin me van a quitar
estos yesos!
Santos: Que quejambrosa eres.
Bárbara: Me gustaría que fueras tú el
de los yesos para que vieras como se siente.
Ambos entran al consultorio, el doctor
le hace un chequeo general a Bárbara.
Dr. Carlos: Bueno pues todo está muy
bien, ya mismo te quitaran los yesos.
Bárbara: ¡Gracias a Dios!, estaba
cansada de ellos.
Dr. Carlos: Luego de que te quiten los
yesos vuelves a mi consultorio para hacerte la ecografía, ¿De acuerdo?
Bárbara: Esta bien Doctor.
Bárbara se dirige a enfermería para
que le retiren los yesos, Santos la mira y le causa gracia los gestos que hace,
después de un rato Bárbara y Santos se sientan en la sala de espera para ir a
la ecografía.
Bárbara: ¿Qué te causaba tanta gracia
ahora?
Santos: Tu rostro.
Bárbara: ¿Mi rostro?, ¿Por qué?
Santos: Porque hacías unos gestos muy
divertidos cuando te quitaban los yesos.
Bárbara: Pues me alegra mucho estar
sin esas cosas.
Santos: Me parecía que te veías mejor
con los yesos.
Bárbara: ¡Que grosero!
Santos se ríe, amaneció de buen humor.
Santos: Es broma, tú te ves bella
siempre.
Bárbara: Gracias.
El Doctor los llama y los manda a
pasar, Bárbara se recuesta en la camilla, mientras el Doctor le empieza a
realizar la ecografía.
Dr. Carlos: Me complace felicitarla
Bárbara, su bebe se encuentra en perfectas condiciones.
Bárbara: Muchas gracias Doctor.
Santos: Gracias Carlos, ahora me
despido.
Bárbara y Santos salen del consultorio
y se dirigen al aeropuerto para volver al Arauca.
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