Había pasado un mes y llego el día de
la boda, Bárbara estaba muy ansiosa. Cecilia le ayudaria con el peinado y el maquillaje, mientras Marisela le ayudaba con Laión, todos estaban muy ocupados ese día. Santos estaba muy nervioso, pero ya quería estar casado con su amada. Llego la hora del matrimonio, Santos estaba esperando a Bárbara en la iglesia, ambos estaban muy elegantes, Bárbara tenia un vestido de color blanco que le combinaba muy bien con sus ojos, llevaba un peinado muy particular con algunas flores en la cabeza.
Santos llevaba un traje blanco y pantalón negro, estaba sonriente.
Cuando Bárbara llego todos se deslumbraron al verla tan bella, a Santos se le alegraron los ojos, la veía mas hermosa que nunca. Por fin llego el momento esperado.
Padre: ¿Santos Luzardo acepta usted a Bárbara Guaimaran para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?
Santos: Si padre acepto.
Padre: ¿Bárbara Guaimaran acepta usted a Santos Luzardo para amarlo, respetarlo y acompañarlo en las tristezas, alegrías y en la enfermedad?
Bárbara: Acepto.
Padre: Pues por el poder que se me concede yo los declaro marido y mujer.
Bárbara: Por fin estamos casados.
Santos: Y ahora para siempre.
Santos besa a Bárbara y todos los invitados les aplauden, hasta el pequeño Laión.
Luego de la boda todos los invitados se dirigieron a Altamira para celebrar en grande, bailaron, cantaron, bebieron, comieron, la pasaron muy bien. Bárbara estaba muy feliz. Se acabo la fiesta y cada uno de los invitados se fueron para sus hogares dejando a Bárbara, Santos y Laión solos. Bárbara hizo dormir a Laión y luego lo llevo a su cuna. Santos busco a Bárbara y le dio un beso.
Bárbara: Soy tan feliz Santos.
Santos: Yo también mi vida, ahora eres Bárbara de Luzardo.
Bárbara: Se oye bonito ¿Verdad?
Santos: Claro que si mi vida.
Entre besos y palabras Santos llevo a Bárbara hasta la cama. El amor que sentían era el mas hermoso, en ese momento la ropa sobraba, la pasión los consumía, se deseaban como la primera vez, disfrutaban cada beso cada caricia, la noche fue perfecta, Bárbara se sentía feliz con el solo hecho de estar entre los brazos de Santos su Santos.
Al otro día Bárbara despierta y sonríe al ver la mirada de Santos que se cruza con la de ella, Santos tenia en sus brazos a Laión, quien sonreía y aplaudía, estaba feliz.
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