sábado, 27 de octubre de 2012

CAPITULO 5. VERDADES DOLOROSAS.


Se hace de noche y Cecilia muy apurada logra llegar a Altamira, donde encuentra a Marisela leyendo un libro a la espera de Santos.
Marisela: Hola Tía, no te esperaba ¿Qué haces aquí?
Cecilia: Vine para asegurarme de que Santos te comente algo importante.
Marisela: ¿Y qué es tan importante que tu hayas tenido que venir?, no es que me moleste que hayas venido, por el contrario me alegra mucho.
Cecilia: Gracias mi niña, es algo de gran gravedad, Santos anda dile.
Santos: Marisela…
Santos no es capaz de confesarle todo lo que siente por Bárbara, así que no dice ni una sola palabra.

Marisela: ¿Qué pasa Santos?
Santos no responde a lo que Marisela le pregunta.
Cecilia: Como veo que Santos no te va a contar nada lo hare yo.
Marisela: Santos, Tía me tienen muy asustada ¿Qué pasa?
Santos camina de un lado al otro por toda la habitación, está muy nervioso, no quiere hacerle daño a Marisela, pero no puede seguir ocultando lo que siente.
Cecilia: Marisela, es que aquí el caballero no te ha contado todo lo que hizo en la capital hace 3 semanas, resulta que Santos Luzardo se encontró con Doña Bárbara, y no fue un simple encuentro, sino que también se acostó con ella sin importar lo que tu sintieras.
Marisela tenía los ojos aguados, estaba a punto de estallar.
Marisela: Santos, cómo pudiste.
Marisela le pega una fuerte cachetada a Santos.
Marisela: Eres un desgraciado, cochino, infeliz, Vete que no quiero verte.
Marisela no para de llorar, le duele mucho que Santos le haya sido infiel y con su propia madre, ella se preguntaba si algún día podrá ser feliz. Cecilia se queda a acompañar a Marisela toda la noche, no quiere dejarla sola en estos momentos.
Santos se siente culpable porque nunca le quiso hacer daño a su sol, el cree que en estos momentos es mejor que él se vaya de viaje por un tiempo , para así poder aclarar sus sentimientos y poder tomar una decisión con respecto a lo que será de su futuro.
Marisela se pasa toda la noche llorando, Cecilia no quiere verla más así y se arrepiente de haberle contado todo eso, pero sabe que fue lo correcto.
Al otro día, Santos está completamente decidido y empaca sus maletas para viajar hacia la playa, también cree que está huyendo del problema y que está dejando sola a Marisela. Santos se dirige a la habitación de Marisela para despedirse de ella y de su tía.
Santos: Marisela, Tía, he decidido que lo mejor es que yo me vaya por un tiempo para poder pensar y aclarar mis sentimientos.
Cecilia: Santos ¿Te vas a ir tras esa mujer?
Cecilia se enoja con lo que les dice Santos, Marisela lo mira con mucha rabia y no pronuncia ninguna palabra.
Santos: No iré a la capital, me voy a otro lugar donde pueda reflexionar un poco, Adiós.
Santos se acerca para darle un beso en la frente a Marisela, pero Marisela lo empuja y le da una cachetada.
Marisela: Que pretendías hacer desgraciado, infeliz, además de que te vas a ir y me vas a dejar acá tirada con el problema ¡te atreves a darme un beso!
Santos se sorprende por la reacción de Marisela y no le responde nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario