sábado, 27 de octubre de 2012

CAPITULO 6. ENCUENTRO INESPERADO


Bárbara lleva varios días sin salir de su casa, no deja de pensar en los besos de su Santos, esta confundida, por ratos desea dejar todo atrás y estar en los brazos de Santos, pero luego reacciona y cae en cuenta que todo eso está muy mal.
Luisana va a visitar a Bárbara y le propone que se vaya un par de días para la playa, que aparte de ayudarle a pensar, no le caería nada mal. A Bárbara le parece una buena idea, así que acepta y comienza hacer sus maletas.
Más tarde Luisana le envía a Bárbara una carta acompañada por un pasaporte, la carta decía que su vuelo saldría ese día a las 12:00 a.m.
Santos llega a la capital, donde toma su vuelo hacia la playa, más o menos llegaría a las 2:00 p.m., a la misma hora que Bárbara.

Después de 2 horas de viaje, Bárbara y Santos llegan a su destino, pero ninguno de los dos se imagina que el otro también se encuentra allí.
Ambos llegan al mismo hotel, Bárbara primero que Santos. Cuando Santos llega Bárbara se está registrando en la recepción, así que no se da ni por enterada de que Santos está allí. Santos la observa asombrado, no puede creer que Bárbara estuviera ahí, no puede dejar de mirar sus bellos ojos azules y lo hermosa que se ve. Santos se aproxima lentamente a la recepción como si no se fijara que Bárbara estaba ahí.
Santos: Señorita, vengo a registrarme, ¿Puede ayudarme por favor?
Al Bárbara escuchar la voz de Santos se asusta y voltea a verlo.
Bárbara: ¡Santos!
Santos: ¿Bárbara?
Santos se hace el sorprendido, aunque quiso distraerla para saber que habitación había reservado para el reservar una junto a la suya.
Bárbara: ¿Qué estás haciendo aquí?, ¿Me estas persiguiendo?
Santos: Bueno es muy largo de explicar, ¿Qué te parece si después de acomodarnos vamos a tomarnos algo en el bar?
Bárbara: Esta bien, pero sin nada serio.
Luego de que Bárbara y Santos se acomodaron cada uno en su habitación fueron al bar a conversar un rato plácidamente.

Santos: Bueno vine aquí porque he tenido muchas discusiones con Marisela y ayer supo lo que paso hace 3 semanas y se puso como una fiera, así que decidí viajar, ¿Y tú que haces aquí?
Bárbara: Quise descansar un poco de la capital y Luisana me recomendó que viniera aquí.
Santos: Que bien.
Bárbara: ¿Cómo está mi hija?
Santos: Está destrozada, pero ella tenía que saber la verdad.
Bárbara: Santos cómo pudiste hacerle daño a mi hija, ya bastante daño le he hecho yo como para que tú la termines de matar.
Santos: Es cierto, nunca quise hacerle daño, pero no puedo seguir ocultando lo que siento por ti.
Bárbara: No empieces.
Santos: ¿Cuánto tiempo te piensas quedar aquí?
Bárbara: 2 semanas más o menos ¿Y tú?
Santos: Igual.
Bárbara: Santos luego nos vemos iré un rato a caminar.
Santos: Esta bien.
Bárbara se va para su habitación, donde llena la tina con shampoo y pétalos de rosas como solía hacer, se da un baño caliente y luego se dispone para ir a nadar un rato.
Santos le manda un telegrama a Cecilia diciéndole que ya llego y está bien, luego se va a dar un paseo por la playa.
Bárbara entra al mar y se siente muy dichosa y feliz, parecía una niña pequeña jugando, disfruta por completo su estancia allí.

Después de un rato Santos ve como Bárbara disfruta el agua y recuerda cuando estaban juntos en la poza de los suspiros, Santos se le acerca.
Santos: Que bella te ves.
Santos sin culpa asusta a Bárbara.
Bárbara: Por Dios me asustaste.
Santos: ¿Quieres dar un paseo en aquel barco?
Bárbara: Me encantaría.

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